Las carillas dentales consiguen mejorar el aspecto de tus dientes, de una forma muy rápida y sobre todo, eficaz. Por ello, el tratamiento de colocación de carillas dentales es uno de los más demandados dentro de los tratamientos de estética dental.
¿Qué son las carillas dentales y cuándo se deben usar?
Las carillas dentales son unas láminas finas creadas a medida de cada paciente, que suelen estar fabricadas de porcelana o composite y que se colocan sobre la cara externa de los dientes.
El objetivo del tratamiento con carillas dentales es puramente estético: se busca la armonía de la dentadura mediante el cambio de color, textura, forma…
Por ejemplo, se suelen usar para corregir dientes ligeramente torcidos, rotos o desgastados; dientes separados, manchados, irregulares…
Aunque sobre esto hablaremos más adelante en este mismo post, porque no en todos los casos se puede hacer uso de este tratamiento.
Tipos de carillas dentales ¿cuáles son sus materiales?
Existen dos materiales principales con los que confeccionar las carillas dentales, aunque dentro de estos pueden haber diferentes tipos de carillas. Vamos a verlos.
Carillas de porcelana o de cerámica
Pueden existir dos tipos de carillas de porcelana, que son:
- Carillas de porcelana ultrafina
Este tipo de carillas dentales ofrecen una gran calidad y duración y dan un aspecto super natural, debido a que, por su espesor, que oscila entre los 0,3 y 1 milímetro, no se notan nada. Son tan finas, que el diente normalmente no tiene que limarse ni alterarse antes de su colocación.Para que os hagáis una idea, podríamos compararlas con una lentilla ocular. Pese a lo frágil de su apariencia, su durabilidad se debe a que están confeccionadas con porcelana inyectada, un material altamente resistente.Dependiendo de dónde vayan colocadas, este tipo de carillas solo necesitan de un mínimo contorneado, y pueden fabricarse en tan solo 72 horas, con lo cual es un tratamiento muy rápido.Además, gracias a las actuales tecnologías de scáneres 3D, el registro de la boca del paciente siempre permanece, con lo cual si sufre de alguna rotura o desperfecto, se puede volver a confeccionar cualquier pieza sin necesidad de que el paciente vuelva a la consulta.
- Carillas de zirconio
El zirconio también es un material muy resistente, y aunque su uso habitual se sitúa en la fabricación de coronas dentales, en algunas ocasiones también se puede usar para confeccionar carillas dentales.S grosor es mayor y son más opacas que las carillas ultrafinas, y se suelen usar si el paciente tiene algún tipo de estructra metálica en su diente que no pueda ser retirado.Obviamente, son menos estéticas que las carillas de porcelana, que poco a poco han ido relegando a éstas a un segundo plano.

Carillas de composite
Las carillas de composite ofrecen un gran resultado estético, pero no tan duradero como en el caso de la porcelana.
Por este motivo, se suelen recomendar en correcciones muy sencillas o cuando el paciente es muy joven, ya que recomendamos el tratamiento con carillas de porcelana solo en el caso de que se haya completado la etapa de crecimiento.
Las carillas de composite son totalmente reversibles y no necesitan de un contorneado dental. Por eso es posible colocarlas durante el crecimiento y luego removerlas para colocar las definitivas de porcelana.
El composite ofrece resultados muy reales cuando es necesario modificar levemente el tamaño, forma o color del diente, y también para cerrar troneras (pequeños triángulos negros que aparecen entre diente y diente).
Comparación de ventajas y desventajas de las carillas de porcelana y las carillas de composite
Durabilidad y resistencia
Las carillas de porcelana superan a las de composite en durabilidad, y resisten perfectamente hasta 15 años, no perdiendo su color ni forma en todo ese tiempo. Obviamente, hablamos en el caso de que el paciente lleve a cabo todos los consejos de cuidado y mantenimiento de sus carillas dentales.
Incluso se habla de que estas carillas podrían llegar a durar unos 25 o 30 años, es decir, casi definitivamente.
No es el caso de las carillas de composite, que, además de que necesitan mantenimiento habitual de pulido por parte de tu dentista, no duran más allá de 5 años, como decimos, suponiendo que el paciente siga las recomendaciones de higiene y dieta que le propondremos.
Y si, decimos dieta porque el composite si que se tiñe con el tiempo, por lo que el consumo de ciertos alimentos y bebidas (café, vino, chocolate…) o fumar, puede provocar que no logremos mantener nuestras carillas en buen estado.
Reparación
En el caso de la porcelana, es muy raro que se pueda producir alguna fractura en circunstancias normales, pero si así sucediera, la reparación de la carilla sería un proceso muy rápido. Como hemos apuntado antes, gracias a la tecnología 3D, ni siquiera será necesario que el paciente tenga que volver a pasar por algún tipo de prueba.
Las carillas de porcelana se confeccionan y se reparan en laboratorio, sin embargo, las de composite son reparadas en la propia clínica dental, con la misma rapidez en ambos casos y sin necesidad de presencialidad del paciente (salvo alguna complicación o cambio)
Precio
Después de todo lo explicado, no haría falta señalar que las carillas de porcelana son más caras, a priori, que las de composite, pero no debemos olvidar el detalle de la durabilidad de cada una.
Si el paciente quiere resultados a largo plazo, al final saldrá ganando eligiendo la porcelana, porque tiene como mínimo 3 veces más durabilidad, y además, el resultado estético es mucho mejor.

¿Cuándo se recomienda el uso de carillas dentales?
¿Cuándo se recomienda el uso de carillas dentales?
El tratamiento de carillas dentales ofrece grandes beneficios, siendo el principal que ofrecen una gran mejora estética en muy poco tiempo son dañar en absoluto nuestros dientes.
Las carillas dentales son recomendables cuando el paciente:
- Está descontento con sus dientes (color, tamaño, forma, posición…)
- No quiere someterse a otros tratamientos más largos, como pueda ser una ortodoncia.

¿Cuándo se debe descartar el uso de carillas?
Como avisábamos al principio, las carillas tampoco son algo milagroso que nos vaya a mejorar problemas graves. De hecho están contraindicadas en los siguientes casos:
Malposición severa
En este caso, lo único que se puede recomendar es un tratamiento de ortodoncia, ya que en el caso de recurrir a las carillas, se debería de tallar los dientes, reduciendo considerablemente su volumen y de lo cual, obviamente ya no habría vuelta atrás.
Maloclusion dental
Cuando no se tiene una buena mordida, las carillas dentales no son una buena opción porque el riesgo de rotura se multiplica. Para este problema, que no solo es estético, sino también físico, es recomendable también el tratamiento de ortodoncia o incluso la cirugía.
Bruxismo
Depende de la gravedad de este, podría pasar lo mismo que en caso anterior, que se produzca la rotura no deseada de las carillas. Aún así, es posible llevarlas en ciertos casos. Por ejemplo, cuando padecemos bruxismo nocturno, si llevamos carillas será necesaria una férula de descarga para evitar males mayores.
Malos hábitos de higiene
Si nuestra higiene es pobre o tenemos malos hábitos, llevar carillas nos puede producir inflamaciones en las encías o flitraciones de sarro, lo que puede provocar que el tratamiento no sea tan eficaz como nos gustaría.
Y por favor… visita a tu dentista
Nuestro post sobre carillas dentales llega a su fin, pero antes queremos recordarte una vez más que lo mejor para saber con detalle el tipo de tratamiento que es recomendable para ti, hablar de precios, indicaciones y contraindicaciones etc es que acudas a tu clínica dental para solicitar una valoración. En nuestro caso, esta primera valoración es totalmente GRATUITA, por lo que no tienes excusas para no venir y comentar tus problemas con nosotros.
¡Te esperamos!
